Crisis climática y revolución energética
La apuesta por las energías renovables y el autoconsumo son clave para el cambio del modelo energético. Invertir en medio ambiente, es invertir en futuro.
Nos encontramos inmersos en una crisis energética sin precedentes. El elevado precio de la luz, el gas y los carburantes está ahogando la sociedad y amenazando la economía global. Los pronósticos no son buenos y es probable que los precios sigan al alza en un escenario más que tensado. Los gobiernos tienen que tomar acciones serias, pasar a la acción, e invertir más en acción climática para reactivar la economía de los países y enderezar la terrible situación que estamos viviendo, antes no sea demasiada tarde. Hay que cambiar la dependencia energética de los combustibles fósiles y pasar a un modelo que piense en el clima y reduzca al máximo la emisión de gases contaminantes.
Para limitar el calentamiento global es importante que la Unión Europea se plantee objetivos ambiciosos para aumentar el uso de las energías renovables y que proporcione ayuda para mejorar la eficiencia energética. Así pues, sustituir las fundes energéticas contaminantes como son el gas, el carbón o el petróleo, por energías renovables como la solar, eólica o hidráulica. Por todo esto, es también necesario llevar a cabo políticas educativas, informativas y participativas, con una implicación comprometida de la sociedad.
El compromiso del Parlamento de Cataluña, expresado a la Ley 16/2017 de cambio climático, coincide con el del Gobierno de la Generalitat y se concreta con unos objetivos muy claros: en 2030 se tiene que cubrir el 50% de la pedida eléctrica a partir de energías renovables, y por el 2050 el objetivo comprometido es llegar al 100%, es decir, cubrir la totalidad de la demanda energética.
